jueves, 11 de diciembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - ETAPA 5 : Astorga - Villafranca del Bierzo

CAMINO DE SANTIAGO
Etapa 5: Astorga - Villafranca del Bierzo


9 de Julio de 2014 : Astorga - Villafranca del Bierzo

Este día no amanecimos tan pronto como otros días, había que aprovechar nuestro hotel de 4 estrellas, jejeje. No se a que hora nos levantamos, pero hicimos todo con mucha tranquilidad, bajamos a desayunar nuestro desayuno buffet, nos pusimos las botas, dulces, salados, cecina, Cola-Cao, zumos, vamos, que había de todo y lo probamos todo. Así que claro, luego llevábamos una galbana tremenda con el estomago lleno. Subimos a la habitación y recogimos todo, bajamos a por las bicis, que nos las habían guardado en una terraza supuestamente sin acceso, colocamos las alforjas, Martin ya se había marchado, su bici ya no estaba allí, los que si estaban eran los italianos, que llevaban unas bicis bastante buenas, pero claro, ellos no cargaban con peso ya que uno de ellos iba por delante con un coche y les llevaba todo el peso.


Abandonamos el hotel y nos dirigimos al palacio de Gaudí para realizar unas fotos de día, estuvimos un rato por allí enredando y escuchando ala gente que se empeña en contarte historias, como una señora mayor que se me acercó y me dijo "buen camino peregrino, yo a todos les digo esto porque una vez uno en este pueblo se echó a dormir y ya no volvió a despertar nunca mas" vaya ánimos que nos daba la señora, jejeje, cuando me acerqué a Sergio, estaba con la señora y le estaba contando exactamente la misma historia que a mi, la pobre estaría aburrida y no tendría con quién hablar.











Bueno por fin arrancamos, dimos una vuelta por todo el pueblo siguiendo las flechas ya que la que yo había visto estaba cerca del hotel y fuimos hasta ella, a partir de ahí seguimos las flechas y poco después, estábamos en la misma plaza del castillo, jajaja. Continuamos camino y debían ser cerca de las 12:00 h. la verdad es que íbamos muy tarde.



A los 8 Km. del comienzo, nos perdimos en un cruce y nos fuimos por otro camino, estuvimos perdidos durante 15 Km, pero fuimos a contactar de nuevo con el camino en Rabanal del Camino, justo antes de afrontar la subida a la Cruz del Ferro, hicimos una parada en un bar que tenía una terraza, ya que yo tenía necesidad de "plantar un pino", había que soltar lastre antes de subir a la Cruz. Antes de dejar la bici para entrar al baño, se me acercó un tío diciéndome "oye, me dejas tu bici para ir a buscar a un amigo que se está retrasando..." debió ver la cara que le puse y continuó "o...no" y le dije, "pues no majo, va a ser que no". En ese momento me acordé del comentario de la web del bicigrino, que decía "...al llegar a Santiago, no le entreguéis la bici a cualquiera que os diga que es del servicio del bicigrino, ya que hay mucho ladrón que se hace pasar por nosotros y la gente se la entrega, lleva todo el viaje protegiendo su bici como si fuera de oro y al llegar a la plaza de Obradoiro, le entrega la bici a cualquiera..." nos estuvimos riendo durante mucho tiempo con el tema recordando la pregunta del nota "¿me dejas la bici para ir a buscar a un amigo que se está retrasando?¿o no?" "Pues no majo, va a ser que no". Jajajaja.
Al examinar las mesas de la terraza, allí estaba nuestra sombra, nuestro amigo inseparable, nuestro alemán favorito, allí estaba como no... Martin. Charlamos un poco con él y poco después iniciamos el ascenso a la Cruz del Ferro como yo le decía siempre a Martin "Slowly, slowly". ya antes de empezar a subir, apareció un grupo de catalanes y uno de ellos me adelanto de mala manera, casi rozándome y haciéndome cambiar mi trayectoria y como no, sin avisar de por donde iba a pasar y es que hay gente que no sabe andar en bici ni tiene ninguna consideración con los demás. Poco después llegamos al cruce donde había que decidir si subir por camino o asfalto, la recomendación de todo el mundo, era hacerlo por asfalto, porque había varios tramos donde había que subir cargando con la bici y no estábamos para eso, así que, decidimos ir por asfalto. Nos quitamos el maillot, ya que calentaba bastante el sol, nos metimos una glucosa para el cuerpo y comenzamos con la subida. Empezamos a buen ritmo y lo mantuvimos perfectamente, subimos en paralelo Sergio y yo, ibamos adelantando a todo el mundo. No tardamos mucho en llegar al catalán simpático, le pasamos como dos cohetes, arrancándole las pegatinas, jejeje. Bastante mas adelante vimos a sus amigos y decidimos ir a por ellos. Mantuvimos nuestro ritmo y cuando les estábamos pasando, nos dijeron que vaya ritmo llevábamos, claro, les tuvimos que decir que eramos de Bilbao y que nosotros subimos así todas las cuestas, jajaja. La verdad es que hicimos todo el ascenso en el plato mediano. Uno de ellos se debió de picar porque había abandonado a su amigo y nos seguía bastante cerca. El terreno se complicó con un rampón de tres pares de cojones, que nos obligó a meter el plato pequeño, pero el catalán se acercaba por detrás, así que volvimos a meter el mediano, le echamos cojones y nos volvimos a poner a un ritmo con el  que pronto pusimos distancia de por medio. 
Poco después llegamos a la ansiada Cruz del Ferro, donde depositamos las piedras  que traíamos desde casa en forma de penitencia. Nos hicimos unas fotos, comimos algo y charlamos con la gente. Al poco apareció un niño que era Australiano, iba con una bici de alquiler Specialized de 29", el niño tendría unos 12 años, pués había subido por el camino, él si que tenía mérito, iba con sus padres que llegaron mas tarde que él. Un buen rato después, llego el catalán simpático, no me pude aguantar, yo soy así, así que me acerqué a él y le dije "Hay que tener menos prisa en llano y guardar algo de fuerzas para cuando llegan las subidas, majete", me puso una sonrisa con la cara desencajada, me di la vuelta y me fui. Nos montamos en la bici para marchar cuando a lo lejos vimos que se acercaba Martin, iba con la cámara en la mano haciendo fotos, siempre hacía lo mismo, tiene que tener mas fotos nuestras que nosotros mismos. Le esperamos para preguntarle a ver que tal había subido, al llegar a nuestra altura, ya venía diciendo "Can you take a picture for me, please?" ofreciéndonos su cámara y es que esta es su frase mas repetida de todo el viaje, jajaja. Le hicimos un publireportaje, en el cual aproveché para hacerle unas fotos a sus sandalias con calas, vaya invento. Estando allí, llegó Manel, que venía diciendo que desde que había descubierto el molinillo no había cuesta que se le resistiese, jajaja. Nos hicimos alguna foto juntos, subieron la bici hasta arriba de la cruz y yo no me iba a quedar con las ganas, así que me monté en la bici y subí hasta allí montado, unas fotos mas y a continuar, que llevábamos mucho tiempo parados.
Sergio en la Cruz del Ferro

Carlos en la Cruz del Ferro

Piedras llevadas como penitencia

La Cruz del Ferro

El niño Australiano

Curioso cartel, uff, demasiado para mi.

A lo lejos llega Martin

Y como no, llega haciendo fotos. Jajaja

Can you take a picture from me, please?

El fotógrafo de Martin en acción

Las sandalias con calas de Martin, envidiables a medidodia, pero por la mañana temprano...

Vistas desde la Cruz del Ferro

Vistas desde la Cruz del Ferro

Yo en la Cruz del Ferro con Martin y con Manel






Piedras depositadas en la Cruz del Ferro

Piedras depositadas en la Cruz del Ferro

Piedras depositadas en la Cruz del Ferro

Piedras depositadas en la Cruz del Ferro


Piedras depositadas en la Cruz del Ferro
Ahora lo que nos esperaba era una bajada vertiginosa de 24 Km. Por supuesto, bajamos por asfalto, el descenso por el camino debía ser peliagudo y con tanto peso en las alforjas, no queríamos arriesgarnos, además nos comentaron que el año pasado o hace dos, se había matado un bicigrino haciendo ese descenso, así que, lo dicho, por asfalto, que tampoco estuvo nada mal, llegué a ver en el velocímetro 71 Km/h. que no está nada mal para como iban las bicis. Sergio incluso iba descolgándose de la bici en las curvas y es que he de reconocer que baja mejor que yo (y también sube mejor que yo). Por supuesto Martin se quedó atrás y perdimos contacto con él. A mitad de la bajada, al llegar a El Acebo de San Miguel, hicimos una parad, compramos pan, bebidas y unos plátanos en un tienda y nos sentamos en la terraza que tenía a dar cuenta de la lata de sardinas y la de bonito que traía desde casa. El desconocimiento a veces te hace parecer un panchito y llevar mas cosas de las necesarias, pero bueno, que le vas a hacer. Tomamos el aperitivo y continuamos camino, nos sobró una lata de bebida que le di a Martin que acababa de para en el mismo sitio que nosotros.



Continuamos el descenso hasta Molinaseca, donde había un río espectacular preparado para el baño, estuvimos bastante rato pensando si meternos o no, pero la verdad es que el agua estaba helada, como ya he dicho anteriormente, me he tomado cubatas mas calientes, jejeje.

Molinaseca

Molinaseca

Molinaseca

Molinaseca

Molinaseca
Decidimos continuar sin baño, mas adelante llegamos a Ponferrada, la cual nos pareció muy bonita, hicimos bastante turismo en bici, ya que estuvimos buscando un sitio donde sellar y dimos bastantes vueltas hasta llegar al albergue, ya que en ninguna iglesia había nadie para sellar.

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Ponferrada

Albergue de Ponferrada
Continuamos y nos costo un poco salir de la ciudad, no encontrábamos el camino. Una vez localizado el camino, abandonamos la ciudad y continuamos con los 27 Km que nos restaban para llegar a Villafanca del Bierzo. Los últimos se me hicieron un poco pesados, me quedaba atrás en las subidas, pero al fin llegamos, paramos en una plaza y preguntamos precio en un hostal, creo que nos dijo 60 € sin desayuno, nos pareció desorbitado viendo de donde veníamos la noche anterior, así qué nos fuimos en busca de otro sitio.

Por el camino nos encontramos con la oficina de turismo y entramos a sellar. Le pregunté por un hostal donde dormir y me dijo que había uno que estaba bien y que era económico, llamó para preguntar si tenían sitio y me indicó el camino en un plano. Salí de allí y le dije a Sergio, "ya está todo solucionado", vamos a dormir en un hostal por 25 € la habitación, la verdad es que el precio era muy bueno. Seguimos las indicaciones y llegamos al garito. La verdad es que la pinta no era muy buena, era una casa con una tasca de mala muerta en la planta baja, el hostal o pensión lo regentaban un matrimonio de ancianos, guardamos las bicis en un cuartito y subimos a la habitación. La pinta era la de una pensión, un pasillo estrecho como el del interior de una vivienda con puertas numeradas y con cerradura. Entramos en la nuestra e hicimos bastantes bromas con que vaya mierda, etc y repetíamos una y otra vez mi frase al salir de la oficina de turismo "Ya está todo solucionado", jajaja. La verdad es que tampoco estaba tan mal, lo que pasa es que pasar de un hotel de 4 estrellas con spa y todos sus lujos a una pensión... pues eso que se nota, pero teníamos todo lo que necesitábamos.


Nos duchamos y salimos a cenar. Tuvimos que dar un paseíto hasta llegar al centro del pueblo. Miramos un poco los carteles con la comida de los restaurantes y al final nos decidimos por uno que tenía mucha gente, ya sabemos que si hay mucha gente, por algo será...
Pedimos unas hamburguesas, ensalada y mas cosas que ahora no recuerdo. No tomamos nuestro postre y nuestra crema de orujo. Lo increíble fue que cuando estábamos a medio cenar, se acercó a saludarnos a la mesa el todopoderoso y omnipresente Martin que estaba cenando unas mesas mas atrás, esto era increíble, hacía varias horas que no le veíamos y va el tío a parar a hacer noche en el mismo pueblo que nosotros y coincide cenando en el mismo bar que nosotros, como digo... Increíble. Se volvió a su mesa a cenar y nos dijo que tenía una "bottle of red wine" por si queríamos, le dijimos que gracias pero no. Al acabar de cenar, charlamos un rato con él y nos fuimos a descansar, al volver al hostal hacía un frío del copón, menos mal que habíamos sacado ropa de abrigo, eso si, pantalón corto, uff.
Al llegar a la habitación, se oían los ronquidos de los de la habitación de al lado nuestro. No nos importó mucho, porque rápidamente nos dormimos y seguramente nos sumamos a los ronquidos de nuestros vecinos. Por cierto, esa noche dormí como un bebé, muy a gusto. Hasta mañanaaaaa....




Datos de GPS del track realizado:
88,10 Km
935 m. de desnivel acumulado positivo
Tiempo de realización: Unas 5 horas39 minutos

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