viernes, 26 de diciembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - ETAPA 7: Portomarín - Mellide (Os Anxeles)

CAMINO DE SANTIAGO
Etapa 7: Portomarín - Mellide (Os Anxeles)

11 de Julio de 2014 : Portomarín - Mellide (Os Anxeles)

A la mañana siguiente, no hubo encierro en la tele por razones obvias, preparamos todo el material y bajamos a por las bicis, que habían dormido dentro del comedor del restaurante, hasta que pudieron meterlas dentro, las tuvimos en la calle candadas a una columna con un candado largo que nos facilitó el regente. Preparamos las bicis y nos fuimos a desayunar a otro bar, nos puso unas tostadas de pan con mantequilla y mermelada, bastante escueto el desayuno, sobre todo para lo que nos cobró, no se si fueron mas de 9 € por tres trozos de pan y un Cola-Cao. Salimos del bar y como Martin no llegaba, le fuimos a buscar a su hotel, entré y fui al comedor, allí no estaba. Pregunté en recepción si un alemán llamado Martin había abandonado ya el hotel, me dijeron que no que aún no había bajado a desayunar, así que decidimos marcharnos con la seguridad de que nos lo volveríamos a encontrar por el camino.
Adiós Portomarín
 La ruta para hoy era corta, aunque el comienzo de la jornada era durito, 17 Km de ascensión continuada hasta los 725m. de altura. La ruta de hoy no nos deparó ninguna historia que contar. Fuimos dejando atrás pueblos como Monterroso, Palas de Rey, etc. hasta que llegamos a Mellide, allí hicimos una parada para sellar el la Capela de San Roque.

Capela de San Roque

Capela de San Roque
 Aquí abandonamos el camino para dirigirnos a la casa donde íbamos a pasar la noche, aún nos quedaban mas de 13 Km. para llegar, los cuales se nos hicieron bastante largos, ya que nuestra cabeza pensaba en Mellide como final de etapa y estos 13 Km. de más con sus cuestas incluidas nos hicieron sufrir mas de la cuenta. Al fin llegamos a la casa, eran aproximadamente las 13:30h. la verdad es que la jornada de hoy había sido realmente corta, tan sólo 4h 30 min.
Buen lugar para pasar la noche

Cuadro de la casa con motivos del Camino de Santiago

Deshicimos el equipaje necesario, nos dimos una ducha, pusimos la lavadora con toda la ropa, nos preparamos y nos cogimos la moto del suegro de Sergio, una Yamaha Virago y nos fuimos a Torques, que es el pueblo donde se encuentra el restaurante o marisquería, tuvimos que recorrer 20 Km para llegar hasta allí. Pasamos por Mellide y al hacerlo, nos cruzamos con el matrimonio de bicigrinos con el que habíamos coincidido en días anteriores y al vernos, pusieron una cara de no creerse lo que veían, jajaja. "Pero... ¿y esta moto? ¿y las bicis?", les explicamos el tema entra risas y Sergio les recomendó ir a la marisquería, aunque dijeron que les parecían muchos Km. de desvío para hacerlos de ida y vuelta. Nos despedimos y nos fuimos a comer.
Una vez en la marisquería, pedimos una botella de Legrel, Dos salpicones de marisco, Un bogavante, una ración de Zamburiñas y una de Langostinos.
Restaurante Xaneiro, a comeeeeeerr!

Camarero, por favor...

Salpicón de marisco

Bogavante a la plancha

Langostinos a la plancha

Zamburiñas a la plancha

Tarta de arándanos

Albariño

Los txupitos de crema de orujo que no falten

Comanda
La verdad es que fue barato, restaurante totalmente recomendable
La verdad es que comimos de puta madre, todo estaba riquísimo y pagamos realmente barato, nos invitaron a una crema de orujo, que era nuestro txupito por excelencia en este viaje, jejeje. Nos fuimos de nuevo a casa a colgar la ropa y a echar la siesta, la gran siesta diría yo, porque cuando nos levantamos, recogimos la ropa tendida, nos preparamos de nuevo y nos fuimos a cenar, esta vez a Mellide, de nuevo en la moto toco pasar fresco, sobre todo a la vuelta. Nos fuimos directamente a la Pulpería que conocía Sergio y nos metimos una tabla de pulpo que estaba buenísima, además pedimos dos caldos gallegos, yo me dejaba aconsejar por Sergio, a mi no me gustó, así que se lo cedí a él y yo me pedí otra tabla pequeña de pulpo. Cenamos bien y no pagamos mucho, este pueblo era una maravilla, jajaja.
Pulpo a feira
Sopa gallega
El artista cociendo pulpo como un loco
Nos faltaba nuestro ritual del orujo así que fuimos a buscar un garito donde tomarlo, se nos hacía raro no habernos encontrado en todo el día con Martin y lo íbamos buscando por los bares, aunque no tenía sentido que tan solo hubiera hecho tan solo esos kilómetros en el día de hoy, aunque sabiendo que nosotros íbamos a parar allí cabía la posibilidad de que hubiera hecho lo mismo. Nos dio pena, pero no le encontramos, así que nos tomamos nuestros txupitos y nos fuimos a acostar. 
Tan solo nos quedaba un día para llegar a ese lugar tan lejano que es Santiago de Compostela.



Datos de GPS del track realizado:
63,00 Km
877 m. de desnivel acumulado positivo
Tiempo de realización: 3 horas y 41 minutos

viernes, 19 de diciembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - ETAPA 6 : Villafranca del Bierzo - Portomarín

CAMINO DE SANTIAGO
Etapa 6: Villafranca del Bierzo - Portomarín


10 de Julio de 2014 : Villafranca del Bierzo - Portomarín

Suena el despertador a las 7:55h. vemos el encierro y a continuación nos levantamos y recogemos los bártulos. Bajamos a la tasca a desayunar, nos dieron be desayunar decentemente. Volvimos a subir a la habitación y acabamos de preparar las cosas, bajamos a colocar las alforjas en las bicis. Junto a nosotros se encontraba otro grupo de bicigrinos que también había pasado la noche en el mismo hostal. Hacía un frío del carajo, era la mañana mas fresca de todas con diferencia. Me puse los manguitos y las perneras. Nos pusimos a engrasar las bicis con un bote de aceite que habíamos comprado la tarde anterior en una tienda de bicis. El tío de la tienda hacía colección de bicis antiguas, tenía unas cuantas preciosas. Una vez engrasadas las bicis, que falta les hacía ya, que hacía 6 días y un porrón de Km. que no veían el aceite ni de lejos, comenzamos a rodar. Buscamos las señales del camino y lo seguimos junto a un río, lo cual bajó la temperatura aún mas, me tuve que parar a quitarme el chaleco y ponerme el cortavientos, ya que no podía aguantarlo. Una vez arropado, continuamos la marcha cómodamente. Mas adelante, cuando ya iba a empezar la subida a Piedrafita, apareció el alemán omnipresente y un poco mas adelante, nos juntamos también con Manel que iba empujando la bici, nos hicimos unas fotos todos juntos y estuvimos charlando un rato.
Martin, Sergio, yo y Manel

Le preguntamos a Manel como lo hacía, porque no nos explicábamos una cosa, el día anterior, le habíamos visto en el albergue de Ponferrada, iba a pasar allí la noche, nosotros aún seguimos hasta Portomarín y de repente nos lo encontramos el día de hoy por delante nuestro, entonces nos explicó que el se ponía en marcha sobre las 5 o 5:30h de la mañana. Así claro, para cuando nosotros nos poníamos en marcha él ya llevaba casi 4 horas dándole a los pedales. Le hicimos subirse en la bici y fuimos despacio para que pudiese ir con nosotros un rato.mas adelante, nos también nos juntamos con los bicigrinos que habíamos visto en el hostal, eran de Madrid y era la segunda vez que hacían el camino, la vez anterior lo habían hecho por el del Norte y les resultó mucho mas duro. Nos comentaron que por nuestra tierra fue lo mas duro del camino y es que claro, nuestra orografía se las trae. Paramos a quitarnos ropa antes de empezar a subir el alto de O´cebreiro, comenzamos todos juntos, pero Manel enseguida se descolgó. Este no era mi día y no me encontraba ni parecido al día anterior, claro el desayuno del día anterior aportaba muchísima mas gasolina que el de hoy, jejeje. Poco a poco me fui descolgando, los de Madrid eran 3 y uno de ellos también se quedó descolgado, le pasé y seguí intentando coger al resto. Bastante rato después, me estaba esperando Sergio en la frontera con Galícia para cruzarla los dos juntos.
Sergio esperandome para entrar juntos a Galícia

Pedrafita d´o Cebreiro

Así lo hicimos y continuamos con la ascensión, al llegar a Piedrafita vimos a los madrileños parados en un bar, nosotros continuamos subiendo, ya que el alto de O´cebreiro todavía estaba mas arriba. Seguimos hasta allí y nos detuvimos a realizar unas fotos. Llegaron los madrileños y nos hicimos unas fotos todos juntos, también estuvimos charlando con un matrimonio que estaba realizando el camino en bici como nosotros.

Alto do Cebreiro - 1300m

Alto do Cebreiro - 1300m

Reunión de bicigrinos en el alto do Cebreiro
Mas adelante nos detuvimos en el pueblo de O´cebreiro, sellamos en la Ermita, echamos un vistazo al pueblo ya que era muy bonito.

O´cebreiro

O´cebreiro

O´cebreiro

O´cebreiro

O´cebreiro
O´cebreiro

Reemprendimos la marcha y nos encontramos con el alto del Poio, que cuando crees que has terminado en O´cebreiro, de pronto aparece este alto y te revienta.
Comenzamos otro largo descenso de mas de 20 Km. parecido al de la Cruz del Ferro, al llegar abajo, en el pueblo Triacastela, buscamos un sitio donde picar algo, pero no encontramos nada cercano así que continuamos camino. Continuamos hasta San Cristovo do Real, donde había un bar a pie de carretera, nos detuvimos y entramos a preguntar que tenían para picar. Los dos clientes que había y la camarera, estaban hablando en gallego, por lo que ya me sentía como un extraño. La camarera nos indicó que tenía bocadillos de chorizo, de queso o de tortilla, "¿de patata?" le preguntamos, "no, de huevo normal", nos dijo. Entonces le dije, "haznos dos bocatas de tortilla con chorizo y con queso". Puso cara de circunstancia y dijo... "¿entonces dos de cada?" y le dije.. "no, eso serían seis bocadillos, solo queremos dos pero con todos los ingredientes". Entonces soltó una sonrisa entendiendo que había metido la pata. Marga se llamaba y la verdad es que no era muy agraciada físicamente la chiquilla, bueno, ni intelectualmente tampoco, pero bueno... Nos sirvió dos cervezas y se bajó a la cocina a preparar las tortillas. Nosotros salimos a las mesas que tenía en la calle.
Garito en al que comimos los bocatas

Bonito peinado el de Sergio

Mi peinado tampoco está nada mal
 Un buen rato después entró otro cliente que gritaba "Maaargaa" y oíamos a Marga decir "un momento, ahora voy", pero el señor no debía oírla, porque volvía a gritar "Maaaargaaa" y así estuvo hasta que subió Marga con los bocatas. Justo un poco antes, apareció rodando por la carretera nuestro alemán inseparable Martin, se paró y se sentó con nosotros. Cuando vio los bocadillos, me dijo que le pidiera uno para él y una Coca Cola. Nos comimos el bocata que nos supo a teta. Estuvimos charlando un rato con Martin, nos intercambiamos los emails, aunque no sé para qué, ya que he intentado varias veces a ponerme en contacto con él pero no ha respondido. Martín nos preguntaba constantemente donde íbamos a parar hoy a pasar la noche, pero no lo teníamos claro, ya que habíamos cambiado los planes, en un principio íbamos a llegar a Santiago el viernes y no teníamos el vuelo de vuelta hasta el domingo, así que decidimos hacer noche en un pueblo cerca de Mellide, donde los suegros de Sergio tienen una casa y como él conoce la zona, me habló de una marisquería que se come de fabula y es barata, además de la fama de las pulperías de Mellide, por todo ello, decidimos cambiar los planes y hacer noche allí. Entonces, no teníamos claro donde íbamos a parar, ya que ir hasta Mellide nos parecía un palizón, pero queríamos acercarnos todo lo posible para al día siguiente estar en la marisquería a la hora de comer. Por lo tanto, no teníamos una respuesta clara que darle a Martin respecto a donde íbamos a parar. Nos reíamos mucho explicándole que íbamos a parar en Mellide a comer marisco, le decíamos Octopus, Vieiras, y Centollos y para explicarle lo que era, yo le hacía gestos con las manos abriendo y cerrando a modo de pinza mientras hacía un ruido con la boca "tch, tch, tch..." el pobre Martin, ponía cara de no entender nada de lo que le decíamos, pero se reía con nosotros.
Después de las risas, Sergio y yo arrancamos de nuevo sin muchas ganas de pedalear, pero sabiendo que aún nos quedaba bastante tiempo para detenernos. Martin se quedó en el bar disfrutando de su bocata sentado en la terraza del bar de Marga.
Un poco mas adelante, paramos en el monasterio de Samos a sellar. Hacían visitas guiadas y enseguida iba a empezar una, pero nosotros no teníamos en mente nada más que pedalear y devorar kilómetros, así que continuamos.
Monsaterio de Samos
Al ratito, vimos a mano izquierda un piscina, parlamentamos y decidimos acercarnos a ver que podíamos hacer. La piscina estaba cerrada y vallada, estuvimos tanteando la posibilidad de saltarla y darnos un chapuzón, pero al final no lo hicimos. Justo al lado, pasaba el río y ahí si que si. Nos descalzamos, nos remangamos los culotes y nos metimos a refrescar las piernas.
Bonito sitio para descansar

Momento de relax

Dando un descansito a las piernas.
Mientras estábamos en nuestro momento de relax, vimos pasar por la carretera a Martin, le gritamos, el pobre no sabía de donde le llamaban, al final nos localizó y se vino con nosotros. La siguiente imagen de él fue cruzando el puente montado en su bici con la cámara en la mano haciéndonos fotos. Al llegar a nuestra altura, la pregunta de siempre... "take a picture for me, please? Sergio y yo nos echamos a reír, el pobre Martin nos miraba extrañado. Se remojó las piernas con nosotros y charlamos otro rato. Allí nos contó que había estado de vacaciones en Tenerife dando la vuelta a la isla en bici, también había estado en febrero haciendo alpinismo, también esquiando y mas cosas que contó, entonces yo le pregunté de que trabajaba para tener tantas vacaciones y nos dijo que era químico en una central, o por lo menos eso entendimos. Sergio luego decía que era ingeniero químico, pero yo le decía que en ningún momento dijo ingeniero, tan sólo químico, así que no sé a que se dedicaría exactamente, lo que si está claro es que tenía mas vacaciones que un marqués.
Un rato después, le dejamos allí disfrutando de su descanso y nos fuimos, no sin antes volver a preguntarnos donde íbamos a parar a pasar la noche, le repetimos que no teníamos claro, que hasta donde aguantásemos, ya que al día siguiente queríamos ir a comer marisco y le repetí el gesto de las manos haciendo la pinza y el ruido con la boca, nos pusimos todos a reírnos. Cuando ya nos íbamos, Martin se dirigió a mi y me dijo acompañándolo con un gesto de las manos de arriba abajo "Slowly, slowly, slowly...", que era lo que yo le decía siempre que me decía que yo iba fuerte y que tenía piernas fuertes, jajaja.
Seguimos rodando, pasamos Sarria, Paradela, etc. el cansancio empezaba a hacerse notar, Sergio empezaba a quedarse atrás y yo no iba mucho mejor, por lo que decidimos llegar a Portomarín y descansar allí. Cruzamos el puente que da acceso a este bonito, pero carísimo pueblo. Llegamos a la plaza, nos detuvimos a sellar en la oficina de turismo, nos hicimos unas fotos con la torre de la plaza llamada "San Nicolás de Portomarín", que debe ser muy famosa.

Llegando a Portomarín

Portomarín 0,5 Km

A buscar alojamiento, ¿a ver que recomiendan en internet?

San Nicolás de Portomarín

San Nicolás de Portomarín

Portomarín

Portomarín

San Nicolás de Portomarín

Interior de San Nicolas de Portomarín

Interior de San Nicolas de Portomarín

Portomarín
Llegó la hora de buscar alojamiento, fuimos a un hostal y no recuerdo el precio que nos dio, pero nos pareció bastante caro, así que seguimos buscando. Allá donde íbamos estaba lleno. Encontramos uno que nos pareció bien de precio, así que le dijimos que nos quedábamos. Nos acompaño una chica hasta la habitación que se encontraba en otra casa mucho mas lejos de donde habíamos contratado, vamos a las afueras del pueblo. Nos dio la llave , dejamos las bicis en el portal y subimos a la habitación. no nos gustó mucho, además, no tenía tele, así que le llamamos por teléfono para decirle que si no tenía una habitación con tele, nos dijo que no y entre el rebote que teníamos por la lejanía de la casa y que no tenía tele, le dijimos que le llevábamos la llave de nuevo, que no nos quedábamos con la habitación. Así lo hicimos, le entregamos la llave y nos fuimos en busca de otro sitio. Después de mucho buscar, al final nos quedamos en uno que estaba en la misma plaza, no era muy caro, tampoco tenía tele, como casi todos los de ese pueblo, pero por lo menos estaba en la misma plaza, vamos que lo que se veía desde la terraza de la habitación era la torre con todos los peregrinos alrededor.
Vistas desde nuestra habitación

Comenzamos el ritual, colgar culote y maillot, duchita, ropa de vestir y a dar una vuelta para buscar un sitio donde cenar. En la misma plaza, encontramos un restaurante donde había carta con raciones y nos pareció lo mas apropiado. Nos preguntaron si queríamos cenar en el bar o en el comedor, le dijimos que en el comedor y nos pasaron dentro. Cenamos una ración de pulpo, lomo, y no sé cuantas cosa mas... tampoco aquí lo hicimos mal.
a cenar...

Pagamos y salimos con la intención de ir a tomar nuestro tradicional txupito de crema de orujo. A cuadros se nos quedó la cara cuando al salir vimos quién estaba cenando en una mesa del bar... Martin, no nos lo podíamos creer, no le habíamos dicho donde íbamos a parar, en este mismo pueblo, había muchos otros sitios donde cenar y aún así, volvimos a coincidir, esto era increíble.
Ese Martin...

Ese Martin...


eh...

eh

Como es normal, nos estuvimos riendo un rato y nos tomamos allí la crema de orujo mientras el cenaba. Después, fuimos a otro bar, ya que Martin nos quería invitar a otra crema de orujo, no recuerdo cuantas cayeron, pero menos mal que estábamos a cien metros del hostal. Esa noche no nos hizo falta la tele, caímos enseguida. Martin nos explico que estaba alojado en un hotel cercano al nuestro. Quedamos con él para salir juntos a las 9:00h.





Datos de Wikiloc del track realizado:
105,00 Km
1.531 m. de desnivel acumulado positivo
Tiempo de realización: 6 horas y 12 minutos